Luché cuerpo a cuerpo, buscando entre las hojas al malvado enemigo y tras una semana de trincheras, pude dominar la situación. He sufrido pérdidas en la hierba buena, ha muerto los plantones que me traje de Nothiam, snif, sinf.. y he visto como las pequeñas hojas de los brotes nuevos de la dama de noche se retorcian en su dolor.
En todo este rifirafe, me he comportado según las normas internacionales y la convención del tratado de Ginebra. Con respecto a los derechos de los prisioneros de guerra, los matengo vivos, pero cautivos, proporcionando comida suficiente; también les he construido una carcel transparente y ventilada. (Lola/o, el caracol y Paquito, el gusano verde, jefes respectivos de las fuerzas enemigas de tierra y aire). Pero ahora... no se que hacer con ellos, posiblemente en mi próxima escapada al campo los libere.
1 comments:
que bueno jejejjejjejjej
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