22 febrero 2015

Maraton de Sevilla 2015

Medalla de la Maratón de Sevilla 2015
Medalla de la Maratón de Sevilla 2015
Han tenido que pasar tres años y tras 5 meses de duro entrenamiento, hoy, he podido completar mi primera Maratón de Sevilla

Cuando llegué a Sevilla hace ya más de 25 años, muchas veces vi en sus calles como esos atletas hacían la prueba, nunca imaginé que algún día estaría yo dentro. En aquellos años no estaba tan popularizado eso de las carreras populares y si bien yo había intentado varias veces correr en la playa o por la ciudad, a los pocos minutos me cansaba y decía que eso no era para mí.

Hoy me he sentido muy bien, menos en el kilómetro 32 en que me dí de frente con lo que llaman los runners "el muro"; es más psicológico que físico, porque aunque las piernas no te responde y piensas que aún queda casi un cuarto de carrera, no puedes imaginar que, incluso en esas condiciones, puedes terminar.

Como ya tenía experiencia en mi primera mediamaratón en la que entré cojeando y estuve lesionado durante una semana, decidí que aunque mis piernas no tuvieran fuerzas, solo me pararía una rotura o un "tiro" como le llamo yo a los pinchazos, así que a base de geles, acuarius y plátanos que gracias a la buena organización de la prueba tuve a mi mano, pude parar algunas veces, andar hasta que me recuperaba y volver a seguir trotando hasta la meta.

Este es el vídeo que grabé durante algunos ratos cuando tenía un poco de más fuerzas.

21 febrero 2015

Carrera del Guadiamar

Hace unas semanas pude por fin correr mi primera prueba de fondo, la Carrera del corredor verde del Guadiamar. Eran 30 kilómetros la longitud para comprobar como era mi estado físico para la maratón de Sevilla. Y todo salió bien.

La preparación, la de siempre, un buen desayuno, aunque no tan descansado porque estuve despertándome varias veces durante la noche temiendo perder el autobús de la 8 de la mañana que era el que me llevaría a Sanlucar la Mayor.

Y la estrategia, muy bien también: me puse detrás en la meta y estuve corriendo muy lento, sin prisas y sin fijarme como me adelantaba, mi objetivo era tener un ritmo lo suficientemente cómodo como para no cansarme, controlar y todo fue de maravilla hasta el kilómetro 17 en el que ya me sentí fuerte y decidí aumentar el ritmo adelantando corredores hasta que en el kilómetro 22 me entró un chino en un pié y tuve que pararme para sacarlo, pude recuperar los metros perdidos sin embargo en el km 27 empezó la cuesta que subía al pueblo y volví a parar porque el corazón se me salía y me iba a dar un infarto.
Cuesta en la carrera Guadiamar
Cuesta en la carrera del Guadiamar
En este punto más del 90 % de los corredores hicieron lo mismo, hice alguna foto y alguno hasta protestó diciendo que no era precísamente el mejor momento y contesté que era la realidad, todos estábamos subiendo andando, jeje.

A falta de un kilómetro y otra vez sobre llano, los corredores empezamos a ponernos en marcha y pude entrar en meta marcando un tiempo de 3 horas y 7 minutos.

Me gustó este tipo de carreras, porque aunque iba solo, el ritmo era lo suficientemente tranquilo para conversar de vez en cuando con algunos corredores que se ponían a tu lado, de uno me enteré que había corrido 10 maratones y daba consejos a su compañera de que no había que estrenar ropa los días de competición. Yo por mi parte estuve hablando con otro corredor sorpendido de que fuera él en camiseta y pantalón corto diciendo que si bien al mediados de carrera sentí calor y me quité el cortavientos, cuando íbamos de regreso y el sol se puso en mi espalda tuve que volver a abrigrame, llevaba tres capas, las mallas en las piernas y el gorro. La mar de calentito y a gusto.

Hubo más anécdotas como el corredor que iba cantando a viva voz canciones de rock, o la chica que con su amiga llevaban un perro, también vi a un ciego con tres acompañantes a muy buen ritmo, me adelantaron.

Comisiones BBVA

Despídete de tu dinero y no te fies si te dicen que no te van a cobrar comisiones en una cuenta de BBVA, y si tu salario es bajo es peor, más comisones te cobrarán. Os cuento mi caso:


Hace medio año la empresa para la que trabajo me pidió domiciliar la nómina en una cuenta del Banco BBVA, fui a la oficina de Sevilla más cercana, la de la plaza de la Encarnación y al preguntarle a la persona que me atendió me dijo que para que no me cobraran comisiones lo único que tenía que hacer es además de domiciliar la nómina tendría que usar la tarjeta asociada realizando al menos 6 compras o usarla en el cajero la mismas veces cada semestre.

Pero, cual es mi sopresa que al finalizar el año recibo el aviso de que me habían cargado unos 45 euros en comisiones.

¿Que es lo que no me dijeron cuando abrí la cuenta? ¿En que me he equivocado cuando hablé con ellos? ¿Qué es lo que no me explicaron? ¿En qué me engañaron?

Cuando fui a reclamar me dijero que había dos motivos, el primero que mi sueldo era inferior a 600 euros y por otro lado las transferencias que me hicieron no lo hicieron como "nómina" sino que lo hicieron solo commo transferencia y aunque en el concepto ponía por "nómina" los ordenadores no lo leen de esa manera a no ser que esté especificado de tal y cual manera, etc, etc. A pesar de todo, dijeron que me lo mirarian y que cuando viniera el director de la sucursal de unos cursos de formación, y lo aprobaran, me lo ingresarían.

Pasaron más de 10 días y no vi el dinero devuelto, volví a la oficina y esta vez si estaba el director, la persona que me revisó la reclamación volvió a tomar nota hizo varias consultas en el su ordenador y anotó en su agenda que el lunes me llamaría, o mejor, me mandaría un correo, también me comentó, esta vez que la persona que revisa la devolucion de las comisiones es un encargado de zona que lleva 15 oficinas, y que por eso estaba tardando tanto., etc, etc.

Ha pasado una semana. No me llamó ni me comunicó por email la devolución. Esta visto que vuelven a hacerme perder el tiempo.

Cuando he vuelto por tercera vez, después de esperar más de media hora a que la comercial terminara de captar a otro ingenuo cliente, me ha pedido el carnet, me dice que no sabía porque tardaba tanto, etc, y cuando le pregunté porque no me había llamado ni escrito en una semana, me dice que era porque trabajaba los jueves por la tarde y no sé que historias más con excusas. Dicho esto, le digo no puedo esperar más, voy a cancelar la cuenta y ni me ha mirado, ni se ha despedido, ha seguido moviendo el ratón por la pantalla mientras me levantaba.


Por tanto, no recomiendo BBVA para confiar vuestro dinero, sobre todo si tenéis salarios bajos, no es un banco para mileuristas, solo te trataran bien si tienes buenos sueldos y buenas relaciones.