21 agosto 2010

Idea radical: Evaluación entre pares

¿Que pasaría si en educación y en otros ámbitos de nuestra vida, la evaluación en los exámenes o en nuestro trabajo, no dependiera solo de nuestras capacidades y aptitudes, sino también de los resultados de “nuestro compañero o compañera”

Esta idea, que no sé si novedosa, me ha surgido mientras leía el libro de Punset El Viaje a la Felicidad. Recordaba la conversación que en una cena de amigos teníamos sobre la educación, y de la necesidad de que ésta diera un giro radical.

Punset se pregunta si es adecuado un sistema puramente competitivo si se quiere fomentar una sociedad cooperativa.
A lo largo de la historia y desde el principio de la evolución se ha demostrado que tanto nosotros como el resto de los animales estamos inmersos en un juego en el que, por más que nos empeñemos en lo contrario, el resultado está supeditado al comportamiento de los demás. El premio anhelado puede ser codiciado por otro con el mismo ahínco pero más suerte. El final del proceso no sólo depende de uno mismo, sino también de lo que haga el otro y para complicar más las cosas no se puede controlar las decisiones del socio adversario (…)
De hecho existe un modelo clásico en las escuelas de negocio, el famoso dilema del prisionero, en el que, a veces, en la vida se dan situaciones en las que un empeño absoluto para ganar al otro sin concesiones conduce al desastre para los dos.

Mas adelante dice:
El modelo cooperativo no es un modelo rígido, sino que se adapta a las necesidades. El modelo competitivo, en cambio, es un modelo donde siempre prima el que gana y es, por tanto, excluyente. Y prima el que gana sin importar el precio que paga él o su medio.

Pues bien, mi PROPUESTA ES:

¿Que ocurriría si, por ejemplo, en primer día clase de curso, el educador planteara el sistema de evaluación basado en parejas? Es decir, se entregaría una única hoja de examen por cada dos alumnos, estos alumnos serían asignados entre de forma aleatoria pero no repetitiva durante todo el año escolar de manera que si consideramos un ratio de 20 alumnos por clase tendría que haber al menos 20 exámenes en todo el año escolar; los alumnos sabrían cual sería compañero que tendrían de antemano como para preparar las unidades didácticas en las que se basaría la prueba.

Habría un par de condiciones que habría que evaluar por ejemplo que no sería obligatorio para quien lo deseara someterse a una evaluación en pareja, sino que podrían hacerlo de forma individual, y aquellos que decidieran el examen entre dos, se les restaría un punto a la nota final con con relación a sus compañeros individuales, sumando al final del curso un punto sólo aquella mitad de alumnos con superiores nota al resto de la media.

¿Cuales podrían ser los resultados?

En las clases donde el fracaso escolar fuera muy alto y pocos alumnos motivados, creo que en su mayoría los últimos elegirían el examen individual sin arriesgarse a ver mermada su nota al ser emparejados con estudiantes poco motivados en el estudio, sin embargo, estos estudiantes, a la vista de la propuesta sí elegirían la opción en pareja por la simple ecuación de "tú te estudias la mitad y lo la otra y así podemos incluso hasta aprobar"; en el peor de los casos, al menos se habría motivado la colaboración entre éstos alumnos en el estudio.

Al final del curso, la nota final de cada uno sería la media de estos exámenes por pareja.

Y si?... si esta manera de evaluación se extendiera a otros ámbitos? Por ejemplo, en un departamento comercial los resultados y por tanto las primas que ganan en comisiones no dependiera solo de su trabajo, sino de los objetivos que sus compañeros obtienen en otra zonas o conjunto de clientes? De esta manera se compartiría información, técnicas, el buen saber de uno, al compartirlo y colaborar con el otro, repercutiría en uno mismo.

Habría que estudiarlo.
¿Y que piensan tú de mi propuesta?

05 agosto 2010

¿Prosperidad sin crecimiento?




En el último cuarto de siglo la economía mundia se ha multiplicado por dos, mientras que se estima que el 60% del ecosistema se ha degradado. Las emisiones de co2 han aumentado un 40% desde 1990.

Es un pequeño párrafo que he extraido del informe Prosperity without growth?, elaborado por Sustainable Development Commission del Reino Unido.
Ha llegado a mis manos gracias a la charla que dió Tim Jackson en el programa de radio Australia ABC Big Ideas.

En la exposición que se hace tanto en el informe elaborado como en su charla nos advierte que tenemos que cambiar nuestro modelo de prosperidad basado en el crecimiento económico ya que si continuamos en este camino llegaremos al colapso.

Si la economía sigue creciendo al ritmo de media que ha crecido en los últimos 50 años se prevee que para el año 2100 ésta sea del tamaño de 80 a lo que es ahora. Teniendo en cuenta esta barbaridad y conociendo científicamente con los recursos naturales que contamos, la supervivencia de todo el planeta está en peligro.

Toda esta carrera está basada en la absurda idea de que el crecimiento siempre será indefinido y que nuestra felicidad está basada en el aumento de la riqueza material, cuando ya ha sido demostrado que al final del día el bienestar reside mas en la calidad de la salud de nuestras vidas, la familia, la relación con nuestros amigos y la comunidad.

Como dice Tim:
La Prosperidad consiste en nuestra habilidad para florecer como seres humanos, dentro de los límites ecológicos de un planete finito. El desafio para nuetra sociedad es crear las conidiciones para que esto sea posible y es la tarea mas urgente de nuestros días