Es mi cuarta vez que visito la sierra de Grazalema para hacer senderismo y en tres días se puede hacer buenas rutas con un poco de organización.
Nada más llegar el viernes comenzamos con una ruta pequeña de unos 6 kilómetros, tan fácil es que está llena de familias con incluso niños muy pequeños y también saturada con tramos en el camino que hacen una caravana. Tiene numerosas zonas entre los árboles y río para sentarte, descansar y comer muy al fresco.
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Detalle del tramo de senderismo entre El Bosque y Benamahoma |
Al día siguiente, el sábado, la decisión era díficil, porque hay muchas rutas y aunque dicen, porque no las conozco, que las mejores son la
ruta del Reloj y la de la Torreón, pensamos en hacer otra porque dos compañeros con los que iba ya la habían realizado, así que optamos por
la ruta del Salto del Cabrero. Más o menos con las indicaciones que nos dan el
centro de atención al visitante nos desplazamos a Benaocaz y desde allí siguiendo un camino de piedra nos perdemos en la segunda verja hasta llegar a un grupo de excursionistas que estaban haciendo la ruta
El ojo del Moro, y como era facilita una vez completada, decidimos dar la vuelta y seguir nuestros pasos hasta preguntar por el camino correcto.
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Cruz de mayo en Benaocaz |
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Indicaciones rura de senderismo Salto del Cabrero |
Suerte tuvimos y encontramos un cabrero que nos explica y nos acompaña hasta el punto donde todo el mundo se equivoca, subimos una colina de piedras, llegamos a una explanada de abulagas donde se hacia antiguamente cal y continuamos hacia otra explanada de fina hierva para girar hacia nuestra izquierda y vuelta a las piedras hasta toparnos con el famoso
salto del Cabrero donde no echamos una siesta mientras observábamos las aves rapaces como nos miraban con curiosidad; en este caso, no nos encontramos a nadie en el camino, hacía mucha calor, todo era silencio y ruido de pájaros. Un par de compañeros acabaron con una ligera insolación.
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Vistas en la ruta "Ojo del Moro" |
A la vuelta baño en un arroyo y muy a gusto que nos quedamos:
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Baño en charca de arroyo ruta Salto del Cabrero |
El domingo ya teníamos reservado el Pinsapar, enseñamos el permiso y estuvimos admirando el paisaje tan cambiante hasta adentrarnos en el bosque de estos particulares pinos en peligro de extinción. Mucho olor a madera e incluso ruido de pájaros carpìntero, todo muy verde y sí, en este caso habia excursionistas, pero la mayoría extranjeros, nos encontramos con un grupo de biólogos checos que continuamente estaban haciendo fotos a las plantas y fus flores.
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Yo mismo a punto de adentrarme en el bosque del pinsapark |
Y sobre las seis ya estábamos de vuelta en el aparcamiento del parque para volver a Sevilla muy satisfechos con los pulmones lleno de aire puro y las piernas también un poco más entrenadas.
Más fotos en mi Álbum de Flicr
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