Este libro me cayó en las manos casi por casualidad. Hace unas tres semanas fui a devolver otros dos de Bauman a la biblioteca Alberto Lista de la calle feria, fue entonces cuando vi en una estantería destacada un montón de libros de autores japoneses con las portadas de cara; la estantería había sido preparada por un grupo local del barrio para celebrar el año de Japón en España y de esta manera querian fomentar la lectura de escritores nipones, en uno de ellos vi la figura de un corredor de espaldas y el título mencionado, y al ver que era amena su lectura, decidí pedirlo prestado.
Lo primero que me sorprendió del libro es que, a pesar de que la biblioteca es muy pequeña, contara con dos ejemplares para préstamo, y que el libro había tenido ocho ediciones en tan solo un año; debía de ser bueno, ¿No?
Haruki cuenta de una forma muy sincera como empezó a correr, simplemente fue a consecuencia de su decisión de ser escritor, viendo que el trabajo era muy sedentario y fumaba mucho pensó poner remedio; Al final la actividad de correr se ha convertido en una afición tan importante como lo es escribir, y aunque no ha ganado digamos muchas medallas y premios haciendo este deporte, sí se lo toma bastante en serio. Para él tomarse en serio esta actividad significa correr todos los días al menos una media de 10 kilómetros, yo esa distancia la hago cada dos días y no considero que me lo tome muy en serio, realmente lo hago porque me siento muy bien cuando acabo, lo considero que es una alternativa al step que durante muchos años hice en gimnasios y ahora no puedo hacer; pero sobre todo, lo que más me refuerza, es la sensación de que puedo marcarme moderados objetivos los cuales llego conseguir casi siempre y, por muy mal que te vaya en la vida, en el trabajo, los amores o la salud, conseguir estas metas refuerzan mi autoestima.
Llegada a la meta en carrera popular de Sevilla |
Pero, e aquí que hace un año y medio, por navidades me "echo pareja" y me dice ¿Sabes? Suelo ir a correr al río, tenemos que correr juntos" Dios!! Pensé para dentro, -"¡pero si yo no sé correr!"- Así que al día siguiente estaba yo en el rio con pantalones cortos para intentarlo; me dije, lo importante es no parar, controlar la respiración y no parar. y lo logré! Corrí unos cuatro kilómetros muy despacio casi durante una hora de puente a puente, y al acabar sentía mis piernas como si llevara unos muelles.
Pasarela flotante de madera sobre el río Guadalquivir |
Pero volviendo al libro; Hay algunas cosas en la que nos parecemos, por ejemplo, no nos gusta los deportes competitivos uno contra uno, ni de equipos en el que unos pierden y otros ganan; corriendo sabemos que nuestro adversario somos nosotros mismos, nuestras marcas, nuestras metas personales, en mi caso sé que he empezado a correr muy mayor y lo que he aspirado esta temporada de carreras populares es a terminar en la clasificación de mi categoría por encima de la media, cosa que solo conseguí en la última y ahora... pues simplemente mantenerme, ahora solo corro para disfrutar, seguiré entrenando para preparar una media maratón, ya que mi primer intento fue un fracaso, llegué a meta arrastrándome y estuve una semana lesionado cojeando.
Dorsal de carreras populares #Sevilla10 |
Cosas importantes que he aprendido: La noche antes de la carrera, (suele correrse casi todas por la mañana), me sienta muy bien comer arroz con pollo o salchichas y, aunque también aconsejan pastas, éstas suelo comerla con atún y no las digiero muy bien y se me repite por la noche o a la mañana siguiente, día de la carrera. El desayuno, la mitad de lo que acostumbro a comer un par de horas antes de la carrera necesito levantarme para digerirlo todo bien.
Lo que considero lo más esencial, tal vez: no ahorrar en las zapatillas de deporte, o por lo menos no correr con cualquier zapato, el resto de equipación que te sea cómodo, ropa interior para evitar roces, y en mi caso un gorro en invierno, he aprendido que es por la cabeza por donde me resfrío. Soy muy friolero y hasta bien entrada la primavera voy con un cortavientos. El verano lo suelo soportar bien, el calor no me importa, lo único que me molesta es no comprender porqué, a pesar de llenarme el estómago de agua, si logro hacer un recorrido bebiendo frecuentemente en algunas fuentes, la garganta y los labios se me vuelven a secar a los pocos minutos de haber bebido.
Aurora y Miguel corriendo por la vía verde de Camas |
Atardecer en dársena del Guadalquivir sobre el parque de El Alamillo, Sevilla |
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