20 marzo 2020

Desde mi ventana, el coronavirus

Mis vecinos y yo trabajando desde casa
Mis vecinos y yo trabajando desde casa.
Llevo una semana encerrado en casa, bueno, menos el lunes que tuve que ir a la oficina para cerrar unos asuntos y configurar mi portátil para poder trabajar desde casa.

Lo que estamos viviendo, no solo los españoles sino muchos cientos de miles de habitantes en el planeta ahora mismo es algo que solo se había visto en las películas. Encerrados en nuestras casas tememos salir por miedo a que un virus nos mate.

La situación en la que escribo esto es que los casos de contagios sigueen creciendo aunque hay la esperanza de que ocurra como en China, que se pare al enfermedad.

Para alguien que lea esto en la actualidad de estos dias en los que escribo, no es una novedad, pero si por casualidad, estas palabras se leen en el futuro no podrá ni siquiera imaginar como vive una ciudad en estas circuntancias.

Aconsejan tener un diario, hacer ejercios, estar en contacto con los familiares, etc. En ello estoy, sigo con mi diario, escribiendo los titulares de las noticias o conversaciones personales que tengo con amigos, mis preocupaciones de la comida que tengo y cuando debería de salir la próximas semana a por más. Por las tardes noches, antes de cenar, hago pequeñas tablas de ejerccios gracias a una app que me he descargado en el móvil, y también nos reunimos la familia en videoconferencia para saludarnos. Lo menos malo de todo es que siga habiendo conexión a Internet para seguir con esta rutina no sé por durante cuanto tiempo.

No seremos las mismas personas cuando acabe esto. Sunpongo que cuando termine volveremos a las calles a celebrarlo en una enorme orgía de felicidad, pero también quizás la memoria, al pasar los años, nos volveremos a acostumbrar a vivir como si esta pesadilla no hubiera existido en realidad.



“Y la gente se quedó en casa. Y leía libros y escuchaba. Y descansaba y hacía ejercicio. Y creaba arte y jugaba. Y aprendía nuevas formas de ser, de estar quieto. Y se detenía. Y escuchaba más profundamente. Algunos meditaban. Algunos rezaban. Alguno bailaban. Algunos hallaron sus sombras. Y la gente empezó a pensar de forma diferente.
Y la gente sanó. Y, en ausencia de personas que viven en la ignorancia y el peligro, sin sentido y sin corazón, la Tierra comenzó a sanar.
Y cuando pasó el peligro, y la gente se unió de nuevo, lamentaron sus pérdidas, tomaron nuevas decisiones, soñaron nuevas imágenes, crearon nuevas formas de vivir y curaron la tierra por completo, tal y como ellos habían sido curados".
https://elpais.com/cultura/2020-03-21/el-poema-de-la-pandemia-que-triunfa-en-las-redes.html