p.36 Solo quien es capaz de un verdadero encuentro con el otro está en disposición de encontrarse auténticamente consigo mismo, resultando lo contrario también verdadero.
Un diálogo consiste en un recorrido del pensamiento cuyo camino va trazándose en virtud del acuerdo constantemente mantenido.(…)
En cualquier ejercicio espiritual es necesario obligarse a uno mismo a cambiar de punto de vista, de actitud, de convicción, y por lo tanto a dialogar con uno mismo supone, al mismo tiempo, luchar consigo mismo.(…)
Dialectica: inducir al interlocutor a descubrir la contradicciones de su propia convicción o admitir una conclusión imprevista.
p.42 La ley racional indica que lo mejor es conservar la tranquilidad en lo posible ante el infortunio sin irritarse, dado que no está claro lo que conlleva de bueno y malo el infortunio y que no se adelanta nada encolerizándose (habituar al alma y a liberar las pasiones).
p.49 En esta página se dice que vivimos sin ser nosotros mismos porque somos victimas de nuestras pasiones y preocupaciones; también dice que no tenemos que conformarnos con vivir conforme a los prejuicios y convenciones sociales porque éstas son productos de las pasiones. Los antiguos creían en la voluntad y que al igual que los ejercicios físicos en los gimnasios también debían de haber ejercicios espirituales.
p.51 La existencia filosófica supone un apartamiento de la contidianidad; se trata de una conversión, de un cambio absoluto de visión, de estilo de vida, de comportamiento.
(…) La práctica de los ejercicios espirituales implicaban la total inversión de los valores aceptados; había que renunciar a los falsos valores, a las riquezas, honores y placeres para abrazar los auténticos valores, la virtud, la contemplación, la simplicidad vital, una sencilla felicidad por el mero hecho de existir
p.58 Pero en realidad no sabemos leer, es decir, detenernos, liberarnos de nuestras preocupaciones, replegarnos sobre nosotros mismos, dejando d elado toda búsqueda de sutilidad y originalidad, meditando tranquilo, dando vueltas a nuestra mente a los textos, permitiéndonos que nos hable.
La gente no sabe cuanto tiempo y esfuerzo cuesta aprender a leer. He necesitado ochenta años para conseguirlo y todavía no sabía decir si lo he logrado.
Goethe
Conclusiones de Marco Aurelio
p.122 Mantenerse siempre fiel a las representaciones primeras sin añadir nada que haya extraido sólo de tu propio fondo; así nada malo te sucederá.
(…) La mejor manera de alcanzar la grandeza de alma es examinando metódicamente y verazmente cada una de las cosas que se nos presentan a lo largo de la vida.
(…) Virtud y vicio dependen de nuestra voluntad, están en nuestro poder, pero lo restante, como la vida, la muerte, la riqueza, la pobreza, el placer, el dolor, el sufrimiento o la celebridad no dependen en absoluto de nosotros. Tales cosas, independientes de nuestra voluntad y por lo tanto ajenas a la oposición entre el Bien y el Mal, resultan indiferentes.(…) las cosas indiferentes no dejan de tener su interés para el sabio, puesto que a partir del momento en que éste descubre que las cosas indiferentes no dependen de la voluntad humana sino de la naturaleza adoptan para él infinito interés, aceptándolas amorosamente y admirándolas con idéntico entusiasmo.
Los tres topois de Marco Aurelio
Disciplina del deseo
Disciplina del impulso
Disciplina en la conformidad.
p.139 La disciplina del deseo está basada en el discernimiento de lo que depende de nosotros y lo que no depende de nosotros. Depende de nosotros nuestros actos libres, es decir las tres funciones del alma racional: el deseo, impulso y conformidad. Y no dependen de nosotros en cambio todas aquellas cosas cuya realización escapa a nuestra libertad.
p.142 La disciplina de los impulsos se basa en el concepto de la disciplina racional y que nuestros actos sean en beneficio de otros representantes de la naturaleza racional, amar a todos los miembros incluso a aquellos que comenten faltas contra nosotros, pues pertenecen al mismo género y pecan por ignorancia involuntariamente.
P143. El tercer tema se fundamenta en que “No son las cosas las que perturban a los hombres, sino sus juicios sobre las cosas” los juicios de valor añaden equivocadamente a la realidad
p.147. Para evitar disgustarse con otros hombres es necesario recordar que la paciencia forma parte de cierta virtud, la justicia, que faltas de los hombres son
p.232 Montaigne: “Filosofar es aprender a morir” ligado a esta meditación de la muerte, el tema del valor del presente juega un papel fundamental.
“no precisas nada al margen de ti mismo para encontrar de inmediato la paz interior, despreciando la inquietud tanto por el pasado como por el futuro, depreciando la inquietud tanto por el pasado como por el futuro. Debes de ser feliz en este mismo momento no lo serás jamas”
p.235 “Todo aquel ejercita la sabiduría, a pesar de que sus cuerpos permanecen atados a la tierra, proporciona alas a sus almas(…)
p.254 Por sabiduría se entiende ese estado que quizás jamás sea alcanzado por el filósofo, pero al que se tiende mediante un intento de transformación de sí mismo con el fin de superarse.
p.262 por el hecho mismo de considerar la existencia un puro azar inexorablemente único, el epicureísmo acoge la vida como una especie de milagro, como algo divino, es decir, con inmensa gratitud.
p.268 Los epicúreos no se avergüenzan de confesar que necesitan algo ajeno a sí mismos con tal de satisfacer sus deseos y disfrutar del placer: necesitan alimento corporal y el placer que brinda el amor, pero también y al mismo tiempo una teoría física del universo con la que eliminar cualquier temor a la muerte y a las divinidades.
p.288 La percepción utilitarista que tenemos del mundo, a cotidiana, nos oculta el mundo en tanto que mundo. Y las percepciones estéticas y filosóficas sólo son posibles en virtud de una transformación absoluta de nuestra relación con el mundo: se trata de percibirlo por sí mismo y no para nuestro beneficio.
P.309 Epicteto: 1) atreverse a ver la realidad tal y como es; 2) actuar en beneficio de los demás y 2) tener conciencia de formar parte del cosmos aceptando con serenidad el dictado del destino; dicho de otro modo, establecerse en la verdad, la justicia y la serenidad.
Ejercicios espirituales - Pierre Hadot
A medidados de verano empecé a leer este libro que tanto me ha gustado y hasta ayer no lo acabé. El que haya pasado tanto tiempo tiene su explicación: he estado muy ocupado, pero no hay excusa, debería de volver a leer un poco mas a menudo. Copiaré y pegaré algunos de los subrayados que hice.
4 comments:
me lo apunto
Estoy de acuerdo en algunas, pero en cuanto a desterrar las pasiones es algo por lo que nunca pasaré.
Adoró sentir con pasión la felicidad, la tristeza, el amor, el hambre, la lujuria,..., me hace sentirme más vivo, aunque me suponga perder "puntos" espirituales y un cierto desequilibrio.
De todas formas también me lo apunto ;-)
Las pasiones son como una montaña rusa. Algunas nos suben muy alto y otras veces nos hace sentir caer en un precipicio.
Creo que hay mucha razón en algunos conceptos de este libro, pero no los aplico todos, mas que nada por que es dificil con todo lo que nos enfrentamos dia a dia, pero me parece una buena alternativa de filosofía, saludos.
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