En la sala, que estaba preparada para 20 personas, solo fuimos siete, y, aunque entré con la intención de escribir en mi portátil directamente sobre el evento, me di cuenta que en el ambiente de confianza y directa comunicación que se respiraba mientras el autor hablaba hubiera sido una falta de respeto estar tecleando mientras él se dirigia a nosotros, así que cerré el portátil y, algo nuevo para mi, traté de recordar lo que se iba diciendo en la sala, o disimuladamente tomaba notas.
Solo oir a Carlos Goga es ya relajante; así que de esta manera, haciendo un ejercicio de técnica de meditación relajante y escritura espontánea comenzó su presentación. Nos dió una hoja de papel, bolígrafò y nos hizo una serie de preguntas para que durante un par de minutos contestáramos a cada una. A la mitad del cuestionario nos pidió también que cerráramos los ojos y focalizando nuestras energías en diversas partes del cuerpo nos pidió que nos concentráramos también en una puerta imaginaria final que habríamos a nuestro futuro.
Cuando acabó sus preguntas nos dijo que en ese papel estaba el ejercicio de reflexión que hizo cuando después de 10 años trabajando como hombre de negocios de una famosa multinacional, decidió cambiar su vida, porque se dió cuenta que la que llevaba no le gustaba; comentó que fue en un hotel de Boston donde se dijo que ya no podía más, así que decidió irse de su empresa y simplificar su vida al máximo, vivir con lo menos posible, incluso mediáticamente estuve 4 años sin acceder a medios de comunicación. Se dió cuenta que lo importante no es el dinero sino el amor.
Esta decisión tomada tras una crisis profesional le llevó a una crisis personal porque no era comprendido por su familia, pero su decisón de hacer las cosas para ayudar a los demás sin pedir dinero a cambio fue muy firme; hacía esas cosas porque le gustaba; de esta manera le llegó esa felicidad que hacia tiempo no disfrutaba; y lo que es más curioso, la recompensa monetaria le vino poco a poco después con "regalos de los amigos" y de la gente a las que le había ayudado.
Entre otras cosas dijo que su "sacrificio de esa austeridad para simplificar su vida llevaba consigo también una abstención en las relaciones sexuales hasta el punto de que una amiga le dijo que se había convertido en un monje por sus votos de Castidad, Pobreza y Obediencia (al corazón).
Y así, más... Durante una hora estuvimos hablando sobre nosotros, nuestras vidas, sobre política y como intentar ser más felices con menos dinero y más amor.
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