28 diciembre 2008

Aquellos anónimos necesarios

(...) los que producen en la sombra las condiciones de la riqueza lejos de las luces del espectáculo, esos cuyo trabajo es a la vez el más duro, el más necesario y el peor pagado: la cohorte de los educadores, maestros, profesores, formadores de todo tipo. Y a este contingente se suma la multitud de animadores, trabajadores sociales, policías ya viejos y extenuados. Sin olvidar a la masa de los auxiliares: los miembros de las asociaciones, los no-gubernamentales, los caritativos, los ayudantes en todas las desgracias, todo el pueblo insignificante que barre detrás de los fracasados de la formación y recoge a las víctimas de la desterritorialización. Estos nuevos proletarios llevan a cuestas lo relacional de masa, el vínculo social intensivo en primera línea. Estos justos se encargan de insertar toda una población abandonada a su suerte. Y por la gracia de la movilidad y de la aceleración de los flujos, todo el mundo vive al borde de la exclusión y corre el riesgo de caer fuera.
Levy, Pierre. En Inteligencia Colectiva p.31 Wahington, DC 2004.
(libro que estoy leyendo estos días)

1 comments:

Argax dijo...

la vez desalentador y clarificador.