No sé como relacionarlo a lo que también leía en un libro de bolsillo que me llevé en este viaje para los ratos muertos dice así:
No te dejes obsesionar por la lógica y los detalles ni le creas ciegamente a los sentimientos. Ambos, razón y emoción, deben de estar juntos para asegurar que tu pensamiento sea adaptativo. Necesitas enfriar tus procesos pero no congelarlos. El balance entre razón y emoción se puede lograr haciendo la siguiente simulación. Cada vez que tengas que tomar una decisión lleva el calibrador mental al extremo racional y quédate allí un rato, analizando –fríamente- la cuestión. Luego deslízate hace al polo opuesto de la emoción y concéntrate en –sentir-. Realiza este juego (punto y contrapunto) varias veces. Expón las razones emocionales (que te dicta el corazón). Hazlas explícitas y en lo posible intenta integrarlas. Mi experiencia es que las razones lógicas pesan más que las emocionales y nos llevan a cometer menos errores, pero si se combinan con las del afecto puedes matizar tu decisión y hacerla más humana y acorde con tus necesidades. Lo importante es que estés atento tanto a los componentes del conjunto como al conjunto mismo.
Pensar bien, sentirse bien. de Walter Riso
3 comments:
Sigo de cerca tu viaje, tu mirada atenta de todo lo que vas pisando, viendo, degustando.
Respecto al comentario, habla del mayor problema de los hombres, el equilibrio. Si tomaramos las decisiones importantes de nuestra vida atendiendo a lo que se recomienda en la cita estaríamos menos frustrados.
Un beso tío.
Wow! pedazo cita. Muy interesante, me la apunto.
Jose Antonio.
dew.
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