08 agosto 2007

Cuando las personas buenas se vuelven malas

En el programa de All in the Mind de la semana pasada la locutora, Natasha, entrevistó a Philip Zimbardo con motivo de la publicación de su libro -El Efecto Lucifer. Zimbardo es un psicólogo social que en el año 1971 hizo un experimento con alumnos de la universidad donde impartía sus clases que fué un hito en la historia. Trató de estudiar el comportamiento de las prisiones en laboratorio, para ello asigno a un grupo de alumnos la tarea de carceleros y a otro grupo el de prisioneros, al cabo de 50 días tuvo que suspender el experimento porque se le iba de las manos al ver como algunos de sus alumnos sufrian desórdenes de personalidad y derrumbamientos emotivos.
Este experimento demostró que algunas personas por muy buenas que se crean y piensen que no harían cosas a otras que no le gustaran que le hicieran a él, si se dan una serie de concidiciones y se les seducen, pueden comportarse como verdaderos salvajes con sus semejantes.
Y no hay que presionar mucho; comentaba este profesor que lo peor que pasaba era que los que hacían de guardia en el turno de noche se aburrieran, entonces para entretenerse cometían aberraciones a sus compañeros "prisioneros". La deshumanización es un proceso que se puede dar en cualquier momento.
También comenta en la entrevista como todos los sujetos experimentales así como incluso los familiares de esto adoptaban un extraño conformismo en el papel que desempeñaban, incluso él mismo investigador, si no fuera porque en un momento del experimento su novia le abrió los ojos dicíendole que aquello no era ético, el estudio hubiera continuado hasta algún límite insospechado.

La enseñanaza de todo esto es que parece que el comportamiento de una persona depende de la situación que cree o lleve a un lugar concreto, pero hay que tener mucho cuidado porque la situación misma puede cambiar nuestro comportamiento, y no solo en una cárcel, el aula o la empresa donde trabajamos, sino incluso dentro de nuestra propia familia. La única receta es estar siempre alerta.
Muchas veces entre los amigos o en el trabajo se dan situaciones en la que el "chulito" de siempre, con tal de darse de gracioso puede llegar ridicularizar a alguien con tal de llamar la atención para ganar autoestima; por eso antes de sonreirle la gracia, debemos pararnos a pensar y no caer en su juego. Las frases las conocemos todos, demagogia política como por ejemplo "todos los políticos son unos corruptos"; evasión de responsabilidades, -a ver como puedo engañar en la declaración de hacienda este año- o - escaqueo en el trabajo, ahora que el jefe esta de vacaciones, etc. Son estas manzanas podridas las que nos hace malas personas.

En la última parte de la entrevista hace una comparación con los abusos cometidos en la prisión de Irak Abu Ghraib; el profesor dice que no se extrañó que estos comportamientos se dieran y como algunos soldados con méritos y buena conducta al empezar sus tareas de vigilancia en la cárcel acabaran como verdaderos verdugos simplemente por aburrimiento; si no llega a ser por un "heroe" que fué el que hizo las fotos y denunció el caso, sabe dios por cuanto tiempo más no hubiera sido un centro de tortura más como los que tenía Sadam Huseim en el mismo sitio antes de su derrocamiento.
Y lo mismo que nos podemos convertir en demonios, por muy normales que seamos, también deben de animarse a esos héroes, que siendo tan normal como los primeros al principio encuentran el valor para denunciarlo.
En la parte final de su libro dice:
So I end the book with a call for encouraging, fostering the heroic imagination in our children as the best antidote to evil. So to be a hero doesn't involve as far as my analysis special attributes, it's not you're more conscientious, you're more altruistic, you are more unselfish --you are an ordinary person who in a particular situation, at a particular time in your life, sees the world the way it really is.

1 comments:

Anónimo dijo...

El otro día me encontré con un relato de uno de mis escritores preferidos, George Orwell, llamado "Matar a un elefante". Como en todas las historias de Orwell, el individuo es influenciado tanto por la sociedad, el entorno y sus circunstancias que pierde totalmente su libertad. Pone en tela de juicio el libre albedrío de las personas, algo que parece crear tanta controversia.
Recuerdo bien este experimento, de hecho se rodó una película basándose en él.
Me ha gustado mucho que lo rescataras.
Saludos y buen verano