X Carrera nocturna de Matalascañas |
El pasado sábado cuando regresesaba de dar una vuelta por el paseo marítimo de Matalascañas vi, al subir la cuesta de la rotonda de la piedra, unas vayas de plástico amontonadas, pensé que algún evento se iba a celebrar quizás, el domingo o incluso más tarde, en ese momento recordé que en otros años me apuntaba a su carrera nocturna, y pensé que como era agosto posiblemente ya se había hecho, se solían correr en Julio, eché de menos esos años; pero al llegar a la plaza detrás de la parada de autobuses ví unas carpas con una barra de bar que estaban montando y pensé que debía de haber un evento deportivo organizado por el club, y no sé porqué pensé ¿podría ser una carrera? y me fui a uno de los operarios y le pregunté, me dijo que sí, que era la carrera nocturna!!, para mi sorpresa dudé de si se podía apuntar hoy, y también me lo confirmó, me puse muy contento!!! me dijo que me pasara a partir de las 6 de la tarde y la ilusión me invadió.
Cuando llegué al apartamento busqué más información, serían 14 kilómetros, hace varios años que no hacía una carrera tan larga y temía no estar preparado, lo comenté en el grupo de WhatsApp a unos amigos, el primero que me contestó tomó una actitud de prudencia, me dijo que podía darme un golpe de calor o, como yo aseguraba, al no estar preparado, me podía dar "algo", en cambio, otro amigo tuvo la actitud proactiva, me dijo que la hiciera, que seria de noche y no haría calor, aunque también me dijo que ya no era tan joven.
Me pasé el día en la cama, descansando, la noche anterior había comido arroz y al medio día decidí comer pasta para tener energías acumuladas. A las 7 fui a por el dorsal, regresé para ponerme algo de crema hidratante entre las piernas para evitar los roces del pantalón corto y elegí una camiseta de tirantes, sin magnas, no me acordé de echarme también crema en los pezones pero confié que la tela de la camiseta fuera buena y evitara también las rozaduras en esas partes como me había ocurrido en otras carreras, de pantalones me puse uno sin ropa interior, a penas una tela con un cordón, son unos calzones que me regalaron en uno de los circuitos de carreras de Sevilla, es tan simple y básico que dobladas bien cabe en el puño de una mano, lo uso incluso de bañador. A las 8:30 me subí en el autobús que nos llevaría a el lugar donde empezaba la aventura.
Corredores subiendo a autobús |
Mirando la información de la carrera entraría en la categoría de nacidos entre 1971 y 1967, en mi pueblo cuando corrí por última vez gané un premio por ser de los primeros clasificados a partir de 50 años. No sé por que ayer también soñé que podría tener un buen puesto, quizás si me la hubiera preparado mejor, pero en fin, mi miedo era que me agotara y que no la pudiera acabar, así que mi objetivo era terminarla ante de dos horas.
Bajada de Cuesta Maneli |
Corredores en la salida |
Empezó la carrera y no quise forzar, mi ritmo de 6.00 minutos, el que hago cuando salgo a correr en el pueblo y al que estoy acostumbrado, me acompañaba muy bien, -tranquilo- me decía, el objetivo es terminar-, salí del último tercio de corredores, pero para mi sorpresa, me mantuve así toda la carrera y nadie me adelantó, al revés, en los tres últimos kilómetros fue cuando empecé a adelantar a los rezagados o ya estaban agotados, no muchos, la verdad es que la mayoría de los que corrían sabían a donde iban y que significa correr esta carrera.
Corredores en la playa con puesta de sol |
La verdad es que he disfrutado mucho, las sensaciones de oír el mar, como se iba poniendo el sol, los corredores, incluso el calor y la humedad no me importaban y formaba parte del ambiente, sudé tanto que no tenia donde secarme ni camiseta ni pantalón, ni siquiera los calcetines, hasta el punto que era difícil incluso de desbloquear el teléfono móvil porque la pantalla la tenia empañada y no podía secarla con nada ni mis dedos.
Nono corriendo (321) |
En la recepción de los corredores Sandía y melón, empecé a comer hasta perder la cuenta. Cuando llegué a casa no pude ni cenar, sentía fatiga, más del esfuerzo que hice que del melón (supongo) comí algún yogurt, puse una lavadora, metí las zapatillas de la carrera y me fui a dormir.
Comiendo melón en la meta |
Este año el club Espartanos de Matalascañas lo ha organizado mejor que otros años, en las primeras ediciones incluso regalaban frontales de luz para los corredores con la inscripción, pero eran de mala calidad y muchos de ellos acaban no solo en la basura sino incluso en en la arena de la playa destrozado, me alegro que también hayan quitado las baritas de plasticos que se iluminaban al doblarlas, también menos basura para la playa y en general para el medio ambiente, fruta y la camiseta, tampoco echo de menos la medalla que regalaban al finalizar, hace unos meses tiré mas de 12 medallas de mis anteriores carreas que hacia en Sevilla. y el precio más que aceptable, 12 euros. El año que viene, si puedo, repito.