Hoy ha sido otra vez una estupenda experiencia asistir al café filosófico de la casa del libro. Llegué tarde y nada mas sentarme Gabi me pregunta si traía algún tema que proponer y como hacía muchos meses que nadie me hacía esa pregunta, la tenía guardada: Queria saber si la gente cambia o no cambia; Gabi me hizo reconocer que la pregunta era muy amplia porque implicaba el concepto de identidad y no solo eso sino cambiar en que sentido, pues en el físico obviamente lo hacemos, el carácter... como siempre me hizo dudar. Los otros participantes propusieron el tema del deseo y la realidad y por último la intimidad. Escogimos ese tema y para concrearlo mas dije lo que pensaba de la intimidad y empezó la discusión.
Básicamente en dije de una forma general que somos mas persona cuanto mas de nosotros conozca otra personas. Si nos damos a conocer seremos mas recordados, existiremos mas. Esta idea general de apertura le gustó mucho a los primeros que hablaron porque cada uno entendió lo que quiso, en cambio a otras personas no le gustó la idea, pensaban que cuanto mas sepan los demás de nosotros, cuanto mas contemos mas vacio nos quedamos.
Trato de recordar algunas cosas que se dijeron y sobre todo el turno de palabra, y aunque me moría de ganas por contestar, preferí escuchar. Ahora en mi blog tengo la oportunidad de hacerlo.
Mi idea básica empezó como un ejemplo diciendo que cuando era más joven, me importaba mas mi intimidad, tenía mi diario secreto y tenía mucho miedo a que lo leyera, lo tenía bajo llave e incluso en la primera página escribía unas recomendaciones o algo parecido a un mal de ojo a quien por accidente o sin mi permiso lo leyera. Ahora, cuando han pasado muchos años, no me importa dejar que lean partes e incluso podría dejar que lo leyeran todo a las personas que mas he querido.
El señor que decia que nos vaciamos si contamos nuestras intimidades le respondería, ¿vaciarse de qué? De energía? enfermamos tal vez? adelgazamos? Habia otra persona que matizó tal vez el miedo de este señor porque contar nuestras intimidades nos puede hacer más vulnerables. Pero ... ¿A que tenemos miedo? Tal vez, con el tiempo he ido perdiendo el miedo a lo que digan los demás y no me siento vulnerable porque no me siento importante, ni con significado, más bien cada vez estoy mas convencido de vaciarme de mi ego porque me hace sentir mas lijero ¿Para que aparentar una máscara? Muchas veces he dicho que me siento muy lijero cuando no tengo que llevar un chaleco antibalas.
El señor que teme por su vacio decía que precísamente no le gustaban los diarios por eso, porque luegon pueden ser públicos y que su diaro íntimo lo llebaba en su cabeza. Otra chica le decía que efectivamente para eso esta la memoria; pero ... ¿Es que no se dan cuenta de que la memoria nos esta continuamente engañando? No fuimos lo que creimos ser; como ejemplo siempre pongo mi diario de mis 19 o 20 y pico de años, si no fuera porque lo leo de mi puño y letra, jamás creería que esa persona era yo y que decía y pensaba aquellas cosas.
Creo sinceramente es que necesitamos mas humildad y reconocer, si no públicamente porque a nadie le importa, en nuestro ámbito privado, a nuestros queridos amigos o mas adllegados familiares nuestros pecados y nuestros más profundos pensamientos íntimos. Gabi preguntaba si era necesario contarlo todo, pero como ya era tarde no quise intervenir con un rotundo sí, dejé que hablaran otras personas y los pocos que quedaban por hablar dijeron que no, algo no extraño pues fueron los que se mantuvieron mas callados. Realmente me sorprendo cuando he confesado mis peores pensamientos a alguno de mis mejores amigos al descubrir que ellos han tenido también parecidos; Realmente me alivia, me hace sentir más persona humana, no los justifico y a la vez les veo a ellos mas cercanos, me hace quererles más.
No hace mucho reprendía públicamente a unos amigos unas frases que me parecieron denigrantes, ellos pidieron perdón y alguien dijo que el que estuviera libre, tirara la primera piedra, a los amigos que cometieron la torpeza les quiero ahora más de lo que pueden pensar y ellos lo saben, en cambio al que justifica que todos tiramos piedras siento que me distancio cada vez más. No podemos justificar los malos actos diciendo que todos los cometemos. Pero ese es otro tema del que otrio día hablaré.
Retomando la discusión de la apertura, digo si, si y rotundamente sí. Una de las frases que más me gusta y tengo en mi pagina de inicio es "Todo lo que no se comparte, se pierde".
Cuando entré en la facultad, el primer año, un profesor nos comentó que lo mismo que cuando un pintor realiza un cuadro no va y lo esconde debajo de la cama ocultándolo a los demás, así los científicos tendrían que hacer con sus descubrimientos, compartirlos con la comunidad. Sé de algunos pintores que aún tienen miedo a exponer su obra en internet porque temen que se las copie o recientemente en la feria del libro, mis compañeras azafatas entregaban fichas para que si los que nos visitaban tenían una gran idea las contara para promocionarla; uno de los visitantes dijo que a él no le interesaba que le copiaran, mi compañero proponia registrar la idea antes de mandarla y yo apostaba por lo contrario porque nuestra creatividad siempre irá con nosotros, y cuanto mas ideas propongamos mas conocido seremos y por tanto más seremos escuchados, nos podrán copiar, claro, pero nuestras ideas siempren iran por delante de nuestros competidores.
Gabi al final matizó mis idea general, y tuve que darle la razón en que mientras seamos nosotros los que controlemos la información que queremos dar, todo irá bien, pero los personajes públicos no pueden, como ha pasado con el reciente caso de la hermana de la princesa. Otra cosa es que nuestras actividades que queramos hacer públicas afecte a otras personas, ejemplo las fotos que tengo puesta en internet, la mujer de mi hermano no quería que se pusieran en público y todo el albúm menos una que estoy yo solo vestido de chaquet están ocultas.
Resumiendo: apuesto por la apertura de nuestra intimidad a las personas que queramos y contarlo todo. Nos damos demasiada importancia. No hay que temer a nadie por lo que puedan decir y mucho menos a lo que las personas que no nos importan piensen.