11 febrero 2008

Última declaración de un testigo de la defensa

"Puedo afirmar sin obstentación que soy un hombre feliz porque es un simple hecho, de la misma manera que puedo decir que sé leer o que gozo de buena salud. Si hubiera sido siempre feliz por haber caido de pequeño dentro de un caldero con una poción mágica, esta declaración no tendría ningún interés. Pero no ha sido siempre así. De pequeño y de adolescente, era un buen chico, me esforzaba por estudiar, me gustaba la naturaleza, tocaba un instrumento, practicaba esquí y vela, era aficionado a la ornitología y la fotografía. Quería a mi familia y a mis amigos. Pero nunca se me habría ocurrido decir que era feliz. La felicidad no formaba parte de mi vocabulario. ERa consciente de un optencial que pensaba estaba presente en mí, como un tesoro oculto, y lo suponía en los demás. Pero la naturaleza de este potencial era muy vaga y yo no tenía muchas ideas sobre la forma de concretarla. La felicidad que siento ahora en cada instante de le existencia, podria decirse que sean cuales sean las circunstancias, se ha construido con el tiempo en unas condiciones favorables a la comprensión de las causas de la felicidad y del sufrimiento.
En mi caso, el encuentro con seres sabios y bienaventurados ha sido determinante, pues la fuerza del ejemplo es mas elocuente que cualquier otro discurso. Ella me mostraba lo que es posible realizar y me probaba que podemos llegar a se libres y felices de forma duradera, siempre y cuando sepamos hacerlo. Cuando me encuentro entre amigos, comparto con alegría su existencia. Cuando estoy solo, en mi lugar de retiro o en otro sitio, cada instante que pasa es una delicia. Me esfuerzo en contribuir cuando puedo a servir a los que se encuentran en dificultades, consagrando una parte cada vez mayor de mi tiempo a proyectos humanitarios en el Tibet. Cuando emprendo un proyecto de vida activ, si se ve coronado por el éxito, me alegro; si, después de haber hecho cuanto he podido, por cualquier razón fracasa, no veo por qué tendría que preocuparme. Hasta el día de hoy, he tenido la suerte de que no me falte de comer y de disponer de un techo; considero mis posesiones instrumentos y no miro ninguna como indispensable. Si no tuviera ordenador portátil, dejaría de escribir, si no tuviera cámara de fotos, dejaría de compartir imágenes, pero eso no restaría ni un ápice de calidad a cada instante de mi vida. Para mí, lo esencial es la inmensa fortuna de haber encontrado a mis maestros espirituales y recibido sus enseñanzas. ESo me ha proporcionado materia de sobra para meditar hasta el fin de mis días. Cuando leo en diferentes obras que la felicidad y la sabiduría son inaccesibles, simplemente me parece una lástima que alguien se prive y prive a los demás de cualidades que han sido verificadas en repetidas ocasiones" - Monasterio de Shechen, Nepal, junio de 2003.
Estraido del último capítulo del libro "En defensa de la felicidad" MATTHIEU RICARD,

3 comments:

Anónimo dijo...

lo estoy deseando leer, lo tengo en la mesita desde que lo comentastes, solo lo he hojeado, me quiero quitar eso de llevar mucho pa lante, ahora termino rompecabezas de sexualidad, que es genial, te recomiendo del mismo anatomia del miedo, y otros dos pero cuando los termine me meto de lleno con ese, :) y otro que me han regalado, los 7 habitos de la gente altamente efectiva, que tambien me han dicho que es muy bueno
muchas gracias por las recomendaciones ;)

Argax dijo...

Así de primeras leo el pasaje y pienso en esa idea tan repetida, ya casi manida, de que la felicidad se asocia con la sencillez, con las aspiraciones medidas.

Pero a su vez pienso en la capacidad del hombre para hacer enrevesado hasta el sentimiento más puro.

No sé que pensar. Gracias por hacerme pensar un poquito.

Un abrazote.

Nono dijo...

Hola Antonio. Leí la anatomía del miedo, y tomaré nota de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Pero vamos, que últimamente no leo casi nada. Ahora en la mesita tengo desde hace dos semanas "El alma del ateísmo" Aun no he tenido tiempo de empezar. Ni inglés, ni mis paseos por el rio. Quiero hacer tantas cosas.

Argax, si, tienes razón, ahora que lo dices la sencillez y la felicidad van juntas. Tenemos que practicar.