Era por 2013, cuando estando en la Campus Party de Londres oí por primera vez el nombre de este aparatito, Raspberry Pi, y han tenido que pasar eso, más de 7 años para que pueda pronunciarlo bien y además me haya comprado uno.
Ahora que desde mi pueblo estoy teletrabajando y aprovechando las horas del verano que mi jornada laboral tenía por las tardes decidí que era el momento de trastear con esta minicomputadora, que como filosofía tiene su creación la de ofrecer un camino para el aprendizaje de la informática y la programación a un coste lo más asequible posible.
No es mi primer acercamiento a la programación, porque desde los 18 años he hecho alguna cosilla, como cuando con esa edad hice la rutina de la carta de películas que se emitian en el vídeo comunitario de mi pueblo, o cuando hace un año estaba estudiando un master de bigdata, pero si mezcla todas las cosas que durante los últimos 20 años de mi vida me ha interesado: El software libre, Las computadoras y la programación.
He empezado montando un servidor web, también he instalado un Nas y uso con otro programa,Kodi, la televisión del salón para ver mil canales de TV.