Menuda sorpresa anoche cuando me enteré de que uno de mis escritores favoritos, Emilio Lledó iba a recibir un premio de Iniciativa Sevilla Abierta, asociación con la que colaboro, sino que además iba a estar en vivo y en directo ante mi cámara de video. Si lo hubiera sabido antes, habría traído alguno de sus libros que tengo en casa para que me los firmara.
Hace ya algunos años que le sigo, primero fueron artículos en el periódico y luego referencias a corrientes de pensamiento filosóficos relacionados con Epicuro, el lenguaje o el cosmopolitivismo lo que me hicieron apreciarlo, y por si fuera poco, Sevillano.
En su intervención anoche habló de apertura y que en la distancia, por haber pasado muchos años en Alemania, recordaba su esencia andaluza. Para él le resultó muy difícil salir y vivir fuera, empujado por el hambre a buscar otras culturas más abiertas, porque España por entonces no le gustaba nada, ni su sociedad, ni su universidad, ni tan siquiera Madrid. No obstante aclaró que él no se siente para nada nacionalista y este premio era un acercamiento a sus orígenes.
Me impresionó mucho las preguntas que hizo al aire, porque son preguntas que constantemente me hago: "¿Por qué pensamos lo que pensamos? ¿Por que sentimos lo que sentimos? ¿Por qué hablamos lo que hablamos?" Para él la enseñanza es el inicio de la libertad y la enseñanza no tiene que estar basada en frases hechas, sino como aprendió de muy pequeño de un profesor de Salteras que después de leer algunos textos le decía a los chavales, -" y ahora sugerencias de la aventura"- invitando a participar en la discusión de lo leido.
Habló de que somos memoria, de poesía, pero mejor veis el vídeo para que le oigáis en persona.
También me gustó mucho el discurso de Manuel Llanes, director de Teatro Central, a quien no conocía y también me gustó lo que dijo sobre la búsqueda de una sociedad más abierta y plural para nuestra ciudad.