Ayer cuando llegué a casa, mi piso olía a bizcocho recien hecho, y esta sensación no pude dejar de twittearla al mundo mundial, porque como algunos de vosotros sabéis, yo no tengo horno y creo que en el microondas no es muy aconsejable hacerlos. Lo que sí me dí cuenta era que habia dejado el pc encendido con el ubuntu puesto, y no creo que tenga relación los olores con el software, por supuesto, pero he creido la manera más original de anunciar que por fin Windows ha abandonado mi casa. Ya era hora de que fuera consecuente.
Me he pasado los últimos años proclamando las bondades del
software libre y el
creative commons, mientras que tenía todavia puesta la bandera de microsoft encima de la mesa. Ya en su día, a las dos semanas de comprarme el
portátil (Acerito), fulminé el vista de sus tripas, y el
netbook (Juanito) venia de serie con linux. Al primero le puse la versión 5, y hace poco ya lo actualicé a las 6 gracias al cd que me dieron en
villablog. Con el pequeñín de la casa ha sido este fin de semana también cuando le he pusto
umbuntu remix y ya corretea alegremente de un lado para otro hasta acabar todas las noches peleandose con su hermano mayor junto a mi almohada.
Este fin de semana el paso ha sido con el mas cabezón de todos, el padre, y solo ha sido porque le entró un virus, no sé cual, no se quiso hacer las pruebas y hasta el pandacloud perdió la paciencia; por este motivo y con mucha dificultad salvé lo que pude en un disco duro externo y ahora dando ejemplo, su corazón funciona con Ubuntu, no sé por cuanto tiempo porque a veces no reconoce el disco duro y tengo que darle unas suaves pataditas para que coja carrera. Esperaré a que pase Navidades para darle el cambiazo.
Mi historia con el software libre comienza hace años con el
openoffice, a trancas y barrancas me fuí acostumbrando pero donde verdaderamente me costó trabajo el cambio fué pasar de
Photoshop a
Gimp. Aún recuerdo la cara que pusieron unos diseñadores que me entrevistaron para un trabajo de freelance cuando a la pregunta de si sabía manejar el programa de Adobe le contesté que sí, pero que "me estaba quitando". Lo dije de una forma que más parecia un exdrogadicto que un diseñador. Pero poco a poco lo he conseguido. Nota aparte es que recientemente me he setido defraudado cuando, al apuntarme a un curso de diseñador gráfico, he visto que todo el material estaba centrado en Adobe Photshop. Por supuesto no he seguido, no me gusta perder el tiempo, y en este aspecto lo tengo claro: Procuraré usar software libre siempre que exista una alternativa al propietario.
Algunos amigos, y en algún otro lugar ya lo he dicho, se extrañan de que aún no tenga un mac, y les repito siempre lo mismo, es una cuestión de filosofía personal, de ser consecuente con otras areas de tu vida. Pero no descarto nada, son herramientas, no lo olvidemos. No son libros sagrados y tampoco creo que vaya al infierno por usar programas de pago.
Así que seguiré usando
Ubuntu, que aúnque aún no cocina bizcochos, lo que hace lo hace muy bien.