Hace poco menos de un año, y a través de Didáctica de la filosofía, conocí la bitácora del Profesor Portillo, Nunca le llegué a conocer en persona, y tampoco recuerdo si comenté algunas entradas de su blog. El viernes me enteré de que había muerto. Impresiona un poco que un par de dias antes escribira estas palabras en su última entrada.
Alguna foto he buscado en flickr para saber si asistió a algunos café filosóficos o estuvo cerca en el evento blog del año pasado; pero no estoy seguro de que sea él.
Era una persona buena, o por lo menos, eso me hace pensar sus ecritos que en el aire del ciberespacio flotan aún. Me pregunto cuanto tiempo se mantendrá su bitácora abierta, o si se publicaran sus palabras en algún libro. Era un defensor del bookcrossing y ahora cuando pase por algunos de estos puntos de Sevilla miraré en la contraportada a ver si puedo ver su firma para acariciarla con los dedos.
Causas ajenas a mi voluntad me mantendrán alejado de la publicación de posts, las discusiones de comentarios, etc. durante un tiempo indeterminado que comienza ahora. Pueden ser días, semanas, incluso meses.
Animo a las personas que os dejéis caer por aquí a ver algunos posts antiguos, visitar los enlaces por categorías... Hay algunas cosas interesantes, creo. Si comentáis, no os enfadéis porque no conteste, será porque ni siquiera pueda acercarme al ordenador.
Espero que esto dure poco, pero no sé cuanto será. Divertíos sin mí, que ya volveré a dejarme caer por la Red a descubrir que se cuenta aquí y allá.
Alguna foto he buscado en flickr para saber si asistió a algunos café filosóficos o estuvo cerca en el evento blog del año pasado; pero no estoy seguro de que sea él.
Era una persona buena, o por lo menos, eso me hace pensar sus ecritos que en el aire del ciberespacio flotan aún. Me pregunto cuanto tiempo se mantendrá su bitácora abierta, o si se publicaran sus palabras en algún libro. Era un defensor del bookcrossing y ahora cuando pase por algunos de estos puntos de Sevilla miraré en la contraportada a ver si puedo ver su firma para acariciarla con los dedos.