01 octubre 2007

Obituarios

Que palabra mas rara para la sección de noticias donde cuentan la gente importante que recientemente ha muerto. Hoy, desayunando, leyendo la portada en esta sección del mundo me topo con un nombre que me suena André Gorz y más abajo otro más; Odón Betanzos Palacios.
El primero es un filósofo del que leí su libro mas importante hace unos 10 años: "Metamorfósis del trabajo", recuerdo que cuando fuí una pequeña librería a comprarlo, el librero tuvo curiosidad por saber quien o que me lo había aconsejado, tal vez por su contenido "social" o tal vez, porque aparentaba muy joven para leer este tipo de lecturas tan serias. El libro me gustó mucho y este verano en la playa leía extracto del mismo en otro libro. Ahora que este hombre ha muerto, sería bueno retomarlo; además, su muerte es muy existencialista: se ha suicidado junto a su pareja, el articulo dice que lo ha hecho porque se ha cansado de vivir y les emparejaba el temor recíproco a quedarse viudos.
No dejó de escribir ni de pensar. Ni siquiera cuando le detectaron una enfermedad degenerativa cuyo desarrollo le hizo ver con claridad la decisión del suicidio. Decía que para vivir había que tener ganas. Y que para morír había que tener valor.
El otro personaje público que ha muerto es el único paisano importante que ha tenido mi pueblo en el último siglo. Odón Betanzos Palacios. Existe una fundación y la casa de la cultura lleva su nombre. Recuerdo cuando se ignaguró sobre los cimientos de la antigua iglesia que quemaron durante la guerra civil. Este hombre "bueno" donó todos sus libros al pueblo hace 20 años, cuando se ignaguró. Creo que tan solo lo ví una vez de joven, desde muy lejos en un acto público, y a pesar de que vivía en Nueva york quiso que le enterraran en Rociana junto a su hijo que murió antes que él.
Se le preguntó si existe verdaderamente la muerte o si la peor muerte es el olvido: "Sabemos que vivimos en esto que llamamos existencia, pero ahí se pierde la idea, tanto en los principios como en el fin; se diluye todo en el todo". Esa fue su respuesta.
De niño, cuando tal vez oía que varias personas famosas habían muerto el mismo día, me gustaba imaginarlos juntos en algún tipo de transporte que les llevaba al otro mundo, me gustaba soñar alegrándome al pensar que era bonito que se conocieran entre ellos y estuvieran entretenidos en ese viaje contando sus vidas tan "importantes". seguro que no se aburrirían.