08 enero 2007

La vecina desconocida

El sábado pasaba por un portal donde una señora de mediana edad muy bien arreglada estaba con dos niños de unos 5 o 6 años vestidos como dos gotas de agua. Lo que pude oir fue lo siguiente:
- Hola buenas, soy la vecina, ¿Me abre por favor? No tengo las llaves
(se oye un ruido electronico)
- Gracias. vamos niños, entrad!
Esta conversación me hizo pensar. He mirado el portero electrónico y creo que son 6 viviendas las que hay en el bloque, lo que me soprende de esta conversación es el desconocimiento que muchas personas tienen de sus vecinos; en la conversación, ninguna de las dos se conocían, y tampoco hicieron el esfuerzo de personalizarse: ni ella dijo quien era (su nombre), ni tampoco llamó por nombre propio a su vecina. No sé cuanto tiempo llevará viviendo ambas familias y supongo que cuando se cruzan se daran los buenos días. Es la vida de la ciudad.

Este post se lo dedico a Paloma, sin ella, no habría conocido tanto a mis queridos vecinos, ella fué el alma de la comunidad, le echamos mucho de menos. Ahora sé porque ninguno de los tres pisos durante muchos meses nunca tuvimos cortinas.